Por Ernesto Prieto Gratacós
Coach e Investigador con más de 30 años de experiencia
En este contexto, uno de los más importantes aspectos técnicos y filosóficos de la longevidad y el rejuvenecimiento es el sexo. Por extraño que parezca, los profundos conocimientos que tiene la cultura del Oriente a este respecto han sido completamente ignorados por los científicos occidentales. En la cultura occidental, la energía sexual se derrocha despreocupadamente como si fuera un recurso renovable, cuando en realidad es un recurso finito.
Nuestro cuerpo posee unas 100.000.000.000.000 de células somáticas (del griego soma: cuerpo), las cuales inevitablemente envejecen y mueren. Sin embargo, un pequeño número de nuestras células tiene un destino diferente. Denominados "gametos", los óvulos y los espermatozoides, difieren radicalmente de las células somáticas, en que continenen solo 23 cromosomas, la mitad que las células comunes. En los organismos que se reproducen sexualmente existe una especie de continuidad celular, que se ha dado en llamar línea germinal, que nos conecta con nuestras generaciones ancestrales. Cuando se unen las células germinales del macho y la hembra se produce un nuevo comienzo. En lo que a la edad respecta, toda vez que se crea un nuevo ser, las dos células germinales que lo conforman parecen comenzar de cero. ¿Acaso no envejecen estas células? Aparentemente, no. Las células germinales que tú posees en tus gónadas provienen de las de tus progenitores, que a su vez las heredaron de tus abuelos, y estos de tus bisabuelos, y así… hasta el primer ser humano.
NOTA: Este es un fragmento del BLOG de Ernesto Prieto Gratacós “SEXO Y LONGEVIDAD”. Puedes encontrar el artículo completo en la siguiente dirección: https://www.ernestoprietogratacos.com/post/sexo-y-longevidad